miércoles, febrero 01, 2006

Un arte perdido

El último post fue un compilado y, aunque es el primero que posteo yo, es bastante común en los blogs. Siempre que los veo pienso en lo mismo, en que solo hay una forma de hacer buenos compilados, en cassete.

Nunca hice un compilado en cd o en mp3. ¿Para qué? ¿Qué gracia tiene? Es demasiado simple, demasiado fácil. Cualquier boludo hace un compilado en cd, pero requiere verdadero talento hace un compilado bien hecho en cassete.

Cuando uno hace un compilado en cassete necesita, además de elegir bien el orden de los temas, controlar el tiempo de silencio entre los temas, o engancharlos bien cuando se puede. No es fácil, un buen compilado tiene que sonar casi como un disco conceptual y no como un montón de canciones amontonadas. Un compilado en cassete es artesanal e irrepetible a causa de todos esos factores que uno puede controlar y que no puede con el cd.

Además hay otra razón para querer al cassete, sistema que ha caido en desgracia desde la aparición del cd, con la aparición del cassete por primera vez se pudieron hacer compilados. Por primera vez cualquiera podía hacer sus propios discos.

Mucho antes que el mp3 el cassete asustó a las discográficas que creyeron que las copias en cassete iban a destruir para siempre a la indutria y que ya nadie iba a comprar discos.

Por todo esto es que no deberíamos olvidarnos del cassete y del arte perdido de hacer compilados de verdad.