Irreflexiones cinematográficas (VII)

Todo el mundo a veces tiene que salir con la familia y si dicha salida incluye ida al cine es obvio que uno nunca puede ver algo que quiera y se tiene que someter a la decisión popular. La última vez que pasó esto me tocó ver la nueva Ice Age. No había visto la primera porque no me había interesado y no porque no me gusten las películas animadas. Amo la animación pero la animación de verdad y estas películas en 3d de grandes estudios no pueden provocarme más que odio malsano. Más allá de que no me guste la animación tridimensional, el problema es que la película es una basura insoportable. En la hora y media que debe haber durado (aunque se me hizo como de tres) no me hizo siquiera esbozar una sonrisa. La película apunta todo el tiempo al chiste y confía únicamente en la simpatía inherente de los personajes, que a cualqueira con dos dedos de frente le resultan insoportables.
Por supuesto que no se puede esperar mucho de estas películas hechas casi en serie y en tiempos imposibles. Hasta hace unos años, cuando la animación tridimensional no se había convertido en la única manera de hacer animación, cualquier película animada tardaba muchísimo tiempo en producirse. Se empezaba a escuchar sobre una película dos años antes de que saliera. Ahora un estudio edita dos películas por año y así les salen. Aún así lo más insoportable es la manía por tratar de crear películas cada vez más hiperrealistas, animando hasta los pelos independientemente para que se muevan mejor y en camino olvidándose de que se trata la animación. Cualquier película de este tipo es una comedia berreta convencional que en vez de personas en alguna situación humana normal tiene animales que hablan. Y eso es todo el provecho que sacan de la animación. Me pregunto cuanto tiempo más va a haber que soportar este tipo de películas y cuanta vida le queda a la animación de verdad.

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Se estrenó la remake de The Hills Have Eyes. No vi la original y no pienso ver la remake, pero no paro de sorprenderme ante la falta de cosas originales en Hollywood. Ya sé que no es nada nuevo y que no estoy descubriendo la rueda, pero es increible que uno apenas puede encontrar entre los estrenos hollywoodenses de los últimos años alguno que no sea una remake de una película vieja (The Texas Chainsaw Massacre, The Manchurian Candidate, The Stepford Wives, The Italian Job, King Kong, Assault on Precint 13, Dawn of the Dead, La guerra de los mundos, Ocean's Eleven, Charlie and the Chocolate Factory, The Fog y siguen, y siguen, y...), una remake de una película japonesa (The Ring, The Grudge, Dark Water y próximamente Old Boy y alguna más, creo que The Eye, por ejemplo), adaptaciones de cómics (V for Vendetta, Constantine, Batman Returns, From Hell, League of Extraordinary Gentlemen, Sin City, A History of Violence y próximamente Watchmen), adaptaciones de libros de mierda (como Las crónicas de Narnia, El señor de los anillos, un montón de best-sellers que ni recuerdo el nombre y pronto El código Da Vinci), y películas basadas en hechos reales que siempre están nominadas al Oscar (Munich, Monster, North Country y qué se yo cuantas porquerías más). Lo más increible es que la mayoría son remakes peores que la original, adaptaciones de comics horrendas que no se parecen en nada al comic (o se parecen demasiado, ya saben de que hablo), superproducciones épicas aburridísimas y bodrios de alto contenido humano. No me voy a poner a predicador y hablar de la muerte en vida de Hollywood y boludeces así (como si la existencia de una industria tuviera algo que ver con la calidad de los productos) pero ver tanta mierda junta que ni siquiera tiene el mérito de ser original es un tanto shockeante.

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Veo Velvet Goldmine por enésima vez y me sigue sorprendiendo como la primera vez que la vi. No solo es una película increíble cinematográficamente impecable sino que debe ser además una de las películas con más subtextos que vi. Velvet Goldmine es una película sobre el glam pero también es una película sobre una historia de amor homosexual, una película sobre el ascenso y caida de una estrella, una película sobre ser un adolescente rechazado y encontrar finalmente con que identificarse, es una película sobre el pasado glorioso del rock que nunca existió como tal y la creación de su mitología, es una película sobre la gesta de una revolución adolescente, su final y como diez años después todo sigue igual o peor en una Nueva York gris, republicana y orwelliana (no por nada es 1984), es un mapa de referencias casi inabarcable (podría dedicar todo un post a mencionar solo las que yo reconocí), es una película sobre más o menos todo lo que una película puede ser y actualmente creo que debe estar en mi top 5 de todas las películas (además podría decir que es una de las mejores de los 90s, que Tood Haynes es uno de los mejores directores que surgieron de la segunda mitad de esa década y que sus demás películas están al mismo nivel, etc.) y no voy a aceptar ninguna crítica que tenga que hacerle. Aunque Ewan McGregor nos podría haber ahorrado su versión de "TV Eye".

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Cuando uno se junta con amigos puede terminar viendo cualquier cosa y así fue como hace poco terminé viendo El transportador 2. Y la verdad es que hacía mucho que no me cagaba de risa así viendo una película. Y menos con una que no era cómica. Uno está acostumbrado a que las películas de acción sean exageradas y que lleven al límite la suspensión de la credibilidad, pero nunca había visto nada parecido a esto. Las hazañas imposibles, los saltos en auto de un edificio a otro, una escena increible en la que se saca una bomba del piso del auto (no hay que revelar como porque es la escena que paga la película y tal vez la más absurda jamás filmada). Mención aparte merece la asesina psicópata que persigue al protagonista y que inexplicablemente luce como una modelo, se pasea toda la película casi en ropa interior, con unos tacos imposibles y con dos ametralladoras que deben pesar más que ella. Eso sí, les advierto que The Pacifier no sirve ni para reirse de ella.

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Anchorman es la comedia más divertida que vi últimamente y posiblemente lo mejor que hizo el llamado frat pack (ese grupo de comediantes que tiene monopolizada la comedia norteamericana, o sea, Will Ferrell, los dos Wilson, Vince Vaughn, Jack Black, Steve Carrell y Ben Stiller, más colaboradores usuales como Paul Rudd, Jenniffer Aniston, Christine Taylor y unos cuantos de las últimas generaciones de Saturday Night Live), y encima en esta aparecen todos salvo Owen Wilson. Will Ferrell sigue siendo genial y los que lo acompañan no son menos. Paul Rudd es graciosísimo y Steve Carrel es el gran hallazgo de la comedia de los últimos dos años (vean The Office). The 40 Year Old Virgin también está muy bien, hasta diría que sorprendentemente bien, a pesar de algunas escenas de más y un final que es esteee... hmmm... raro.

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Por razones inexplicables y azarozas voy al BAFICI año por medio y como el año pasado vi como treinte películas este año todo se tenía que dar para que no vea casi nada, y así fue. Pero llegué a ver un par de cosas como los dos programas de los maravillosos cortos de Svankmajer, director del que hacía años que quería ver algo, y también vi The Devil and Daniel Johnston. No me importa que otras películas había, no creo que ninguna sea mucho mejor que esa. No solo la historia de Johnston es tan increible como para hacer que cualquier documental sea divertido sino que además está bien hecho más allá de lo que a uno le pueda gustar el gran Daniel. No conocía toda su historia, sabía que había estado internado y que tenía problemas mentales pero jamás imaginé que eran tan severos ni que estuviera tan mal y viviera medicado y cuidado por los padres. El documental es conmovedor hasta las lágrimas por dos cosas, por su historia y por que cada vez que aparece cantando tuve ganas de llorar y, bueno, tal vez un poco más que ganas pero dejémoslo ahí porque tengo que mantener una reputación, soy muy hombre y no lloro viendo películas (mentira).
Las que me perdí y voy a hacer todo lo posible por ver: The Wild Blue Yonder, The Nomi Song (revisé todo el programa y no vi que la daban hasta varios días de empezado el festival), The Aristocrats, The Piano Tuner of Earthquakes (hacía años que estaba esperando por la segunda de los Quay), Takeshis, Linda Linda Linda, El conde Drácula y West of Zanzibar que dieron un solo día (¿no podía haber al menos otra función?), The Last Movie, Juramento de venganza, Permanent Vacation (de la cual me dijeron que no me perdí nada) y algunas otras que no me acuerdo y seguro que varias que eran buenísimas y ni me enteré.