domingo, enero 07, 2007

No-Fi

¿Qué es o qué función cumple el lo-fi? La cuestión es simple de plantear pero complicada de cualquier manera (como todas las cuestiones interesantes). Pensé en la naturaleza del lo-fi escuchando a Ariel Pink, pensé en la posibilidad de que el lo-fi, la falta de calidad en el sonido, podría ser no simplemente una eventualidad de la grabación sino un elemento fundamental de la música. Pensé en que tal vez haya música que no podría sonar mejor de ninguna manera.


La cuestión sería si lo que está grabado son verdaderamente canciones comunes y que aunque escuchamos mal grabadas, podríamos escuchar bien grabadas también. Creo que hay casos en los que no. Tal vez haya pensado esto por primera vez escuchando el Bee Thousand de Guided By Voices. Ese disco suena definitivamente mal, muy lo-fi, pero no creo que de ninguna manera ese sea un disco compuesto de canciones. Bee Thousand, con sus 20 tracks en apenas un poco más de media hora, es uno de los discos más fragmentarios que haya escuchado, ningún track es una canción de verdad sino un esbozo de una canción, una idea, una nota, un adelanto de una canción que no vas a escuchar nunca. Es por eso que está tan bien que suene así y estaría tan mal si sonara mejor.

Y todo lo que se pueda decir de Guided By Voices en este sentido es doblemente cierto sobre Ariel Pink. Pink no compone canciones sino que graba registros de ideas difusas sobre canciones posibles, ideas inmediatas, por eso edita de forma tan increiblemente prolífica y por eso no pueden sonar mejor, no es el sonido lo que es difuso y poco claro, es la canción en sí. Interrogado en una entrevista sobre cuantas canciones había grabado Pink contesta "Too many to count. And what exactly is a song anyway? I’ve got hundreds of recordings, varying in quality and content, not all songs, and not all accounted (there just isn’t enough time to sift through every instant recording session I’ve made on the fly), and I also have many songs that I haven’t yet recorded, but could call to mind if needed." Y la pregunta de verdad la plantea él mismo, ¿qué es una canción después de todo? (Nota: Es un buen dato saber que aparentemente la forma en la que graba Pink es tomando algunas ideas y melodías que tiene en la cabeza y arreglandolas por primera y única vez mientras las graba, después le puede grabar otra pistas con algún arreglo más arriba y listo.)


Mark de K-punk (blog genial que me hizo conocer Dag hace poco y del cual me robé descaradamente la mayoría de las ideas de este post) dice sobre Ariel Pink en una definición brillante que es el equivalente sonoro a ver algo por el rabillo del ojo. De la misma forma que lo que se ve de esa forma, su música deja solo una impresión, la idea de que algo fue escuchado pero jamás la certeza. Las canciones están y no están al mismo tiempo. Están ausentes y al mismo tiempo funcionando, y funcionan más dentro de uno que en sí mismas.

El mismo Mark en un post sobre Jessica Rylan en vivo hablaba sobre la ilusión generada de un objeto sonoro que sería perfecto si uno lo pudiera escuchar más claramente. Como cuando uno escucha un pirata en vivo que suena realmente mal y sabe que hay algo genial para escuchar debajo de todo el ruido y el zumbido pero no puede llegar a oirlo. La diferencia acá sería que ese algo genial sería solo una ilusión generada por el ruido y el zumbido y que la canción perfecta debajo no existe realmente. En este caso el lo-fi y el mal sonido no serían una capa sobre la canción, (una eventualidad de la gabación, como decía más arriba) sino que sería el ocultamiento de algo que no existe sino oculto, algo cuya condición de existencia es el ocultamiento. El ocultamiento de una ilusión, algo que no está ahí debajo donde se supone debería estar.


Lo que escuchamos entonces no serían canciones, serían huellas de una canción que realmente no está en ningún lado. La expresión musical de lo que Derrida llamaba "archihuella", la huella de una huella, porque si la huella es una señal presente de algo que estuvo ahí en algún momento pero ya no lo está está es la huella de algo que nunca estuvo efectivamente ahí. La huella no está entonces ni presente ni ausente, no pertenece del todo al pasado ni al presente. Todo esto sirve apenas para empezar a definir el increible mundo sonoro de Ariel Pink.